En estos tiempos donde google nos ayuda a solucionar muchas de nuestras necesidades con solo un par de clics, se vuelve necesario tener un espacio dentro de esos resultados. Un sitio web es la imagen de una empresa, persona u organización en internet. Nuestra web es la encargada de dar la primera impresión a los usuarios sobre nosotros, por ello debemos tener claro que es lo que queremos transmitir, a quién y cuál es el objetivo que esperamos alcanzar con el sitio web para que refleje de la mejor forma nuestra personalidad y carácter, ella debe hablar por nosotros.
Como mantener un sitio web
Todos buscamos reducir costos, y mantener una página web puede generar costos que si bien es posible reducir, son necesarios. No todos los sitios web necesitan un servicio igual; eso depende de su contenido. Si se requiere un blog, una tienda virtual o si solo busca redireccionar clientes a puntos de venta físicos, las características del proveedor deberán ser diferentes y en la misma medida el servicio podrá ser más o menos costoso.
Preguntar antes de contratar y buscar que el proveedor entregue información adicional como estadísticas y correo electrónico.
Planear el sitio
Un sitio web se puede hacer de dos formas:
Contenido fijo: donde entran páginas estáticas, minisitios y landingpages, estos sitios son más fáciles de mantener y requieren una mantención anual aproximadamente.
Estos sitios son útiles cuando se pretende solo ofrecer información puntual, puede ser interesante usar opciones sencillas y a priori menos costosas que los sistemas de gestión de contenidos.
Las páginas web estáticas (a priori aquellas que no usan un CMS) suelen necesitar menos recursos del servidor que las dinámicas. En primer lugar la página se crea una vez y a partir de ahí el servidor se limita a servirla a todos los usuarios que la pidan. No necesita ni traducciones, ni consultas a una base de datos ni nada similar. A cambio la modificación del contenido siempre será algo más costosa, normalmente requerirá ser trabajada en un ordenador local para después subirla al servidor mediante FTP. Es una buena opción en los casos en que la página web cambia poco, porqué el coste más elevado en las modificaciones se compensa con menos necesidades y por tanto menos costo en el servidor.
CMS: que incluye un administrador de contenido y que necesita una infraestructura que hay que instalar y mantener. Este tipo de sitio se utiliza cuando la página se modifica frecuentemente, como un blog, una revista o la web de una empresa que actualiza a menudo la información corporativa.
En un CMS los contenidos se guardan separadamente de la presentación, generalmente en una base de datos (BD). De esta manera, cada vez que se solicita una página, el servidor debe obtener los datos de la BD y juntarlos con la información de la presentación para servir al cliente la página final. Este proceso suele requerir un servidor más potente que en el caso de páginas web estáticas, pero a cambio, la introducción de nuevos datos o la modificación de los existentes, sólo requiere el uso de un formulario que se encargará de guardar los datos en la base de datos.
Personalizando un CMS
Una de las características más interesantes de los CMS -o sitios web con administrador de contenido- son las posibilidades de personalización. Disponen de varias plantillas para adaptar la presentación a las necesidades del usuario. También suelen permitir la inclusión de pequeños programas (llamados plugins) que añaden funcionalidades, generalmente desarrollados por usuarios con necesidades concretas que se solucionan ellos mismos y que después ceden a la comunidad o, en algunos casos, comercializan.
Busca el proveedor correcto: No todos los sitios web necesitan un servicio igual; eso depende de tu contenido. Si tu sitio web es un blog, si es una tienda virtual o si solo busca redireccionar clientes a tus puntos de venta físicos, las características de tu proveedor deberán ser diferentes y en la misma medida el servicio podrá ser más o menos costoso. Pregunta antes de contratar y busca que te den contenido gratuito como estadísticas, correo electrónico y registro de dominio.
Prefiere un web hosting compartido: Un web hosting compartido es mucho más económico que uno dedicado. El segundo implica que tu negocio es el dueño de su propio servidor, con todo lo que esto supone (costo, mantenimiento, conocimientos técnicos, etcétera).
El primero, en cambio, aparte de ser más económico te facilita un servicio de soporte que debe ser gratuito las 24 horas al día.
Planea tu web para el futuro: Tu sitio web no debe ser una pieza suelta de tu negocio. Si tu empresa es pequeña hoy pero cuenta con un plan de negocio que le proyecta un crecimiento determinado en el tiempo, lo mismo debe ocurrir con tu sitio web.
Planea tu web para que cuando llegue el momento puedas agregar el contenido que deseas sin tener que rediseñar todo el sitio o contratar un proveedor diferente porque el actual no puede cumplir con tus proyecciones y tu presupuesto (e-commerce, afiliaciones, secciones nuevas, actualización diaria, etcétera).
El tema de las imágenes: El rey de tu página web debe ser el contenido (texto); sin embargo, en muchos casos se hace necesario recurrir a las imágenes para mejorar la apariencia de tu página.
Una imagen tiene implícita una labor y unos derechos de autor que se deben respetar, por ética y por ley. Por lo tanto te recomiendo buscar servicios de banco de imágenes, ya sea gratuitos o de pago, para obtener imágenes de buena calidad, o mejor aún si armas un set de fotos de tu producto o servicio. En último caso, si tu web requiere obras originales, busca fotógrafos o diseñadores gráficos de medio tiempo o estudiantes, que manejan tarifas más favorables.
Aprovecha el Content Management: Esto es, manejo de contenido automatizado. Te permite desde una consola ingresar las actualizaciones de tu sitio web y después de hacer clic tu sitio web estará al día, no necesitas saber HTML para usarlo pero sí para adaptarlo a tu web. Habla con tu proveedor o busca la información en foros de webmaster.
Aprovecha las ayudas gratuitas: La red está llena de contenido gratuito, alguno de muy mala calidad y otro de excelente calidad. De vez en cuando busca en Google, es increíble la cantidad de contenido gratuito y de gran ayuda que tienen para los negocios on-line. Un ejemplo es Google Analytics, que te permite realizar análisis de estadísticas, seguimiento de clics, análisis de palabras clave y mejoramiento de tus campañas de publicidad, entre otros servicios.
Campañas de afiliados: Hay muchos programas de afiliados que te permiten generar un ingreso adicional. Pegando un código en tu web el programa podrá generar un banner determinado en tu página y por cada clic o afiliado que reciba el programa tú ganarás un porcentaje. Si te decides por esta opción debes tener en cuenta que el contenido del programa sea de beneficio para tus visitantes y no incompatible con tu propio contenido (en mi caso no los uso, ya que distraen al usuario y lo alejan del foco del contenido).
Campañas de asociados o alianzas estratégicas: Esta es otra opción para generar ingresos o beneficios mutuos adicionales y, por lo tanto, ayudar a mantener los costos de tu página web a raya.
Por ejemplo, una galería de arte puede hacer una alianza con el dueño de una tienda de enmarcaciones cercana y cada uno desde su sitio web ofrecer cupones y descuentos que se puedan descargar on-line (si compras una obra, tendrás un 10% de descuento en el enmarcado en XY; Por el enmarcado de dos obras obten un x% dcto. en la compra de obras en galería ABC).
Explora la alternativa de un freelance: Si tienes contratada una persona a tiempo completo para manejar tu sitio web, tal vez desees explorar los beneficios de un diseñador a tiempo parcial. Por ejemplo, si tu negocio vende relojes en su página web, un diseñador podría incrementar sus ventas y cobrar solo un porcentaje… no un salario completo.
Alto nivel de recordación:
Si tu página web logra atraer a muchos visitantes será mejor si logra retenerlos y mantenerse en su recuerdo, pues serán visitas permanentes y potenciales clientes con quienes hacer nuevos y nuevos negocios. Para ello debes mantener actualizado tu sitio web y ofrecer un formulario rápido de inscripción a tu lista de contactos a través de la cual los mantendrás informados de nuevos servicios, productos y ofertas. Una buena usabilidad hablará muy bien de tu empresa.