1.- Enjuaje con infusión de romero: Hervir algunas ramas de romero en un litro de agua y utilizarla fría para enjuagar el cabello luego de lavarlo. El romero tiene una gran capacidad insecticida (así como la lavanda, eucaliptus y árbol del té) que hará que los piojos decidan abandonar la cabeza de ese huésped.

Esta infusión no requiere de enjuague, incluso, si se utiliza con frecuencia –al menos una vez a la semana- tendrá un efecto preventivo ahuyentando a estos insectos e, incluso, mejorará la salud del cabello.

Es que, entre otros tantos beneficios cosméticos que tiene el romero, es muy popular su capacidad para evitar la caída del cabello y fortalecerlo desde la raíz.

2.- Spray repelente a base de alcohol, romero y lavanda:

Se puede preparar con alcohol de farmacia o idealmente con tequila, vodka o algún alcohol blanco que puedas ingerir, cuando algo lo puedes ingerir, significa que también lo puedes aplicar vía cutánea sin problemas.

En un frasco de color (verde o café) llenar el frasco con ramas cortadas de romero y lavanda, agregar alcohol hasta curbrir el 90 % de la capacidad del frasco y tapar, guardar por 40 días en lugar fresco y seco protegido de la luz y usar, a modo de spay (aplicado en la palma de las manos) y luego masajear cuero cabelludo, sin enjuagar.

3.- Repelente con aceites escenciales en champú habitual:

Agregar algunas gotas de aceite escencial de romero, aceite escencial de lavanda o aceite escencial de árbol del té en el champú habitual.

4.- otras recetas más extensas: ver aquí

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